Cuando uno piensa en vehículos deportivos, aquellos bólidos capaces de brindar sensaciones de infarto al volante, inmediatamente vienen a la cabeza firmas europeas de la talla de Ferrari, Lamborghini, Porsche y McLaren por sólo nombrar algunas. Pero muchos pasan por alto el invaluable legado japonés en lo que respecta al automovilismo de competición y la cultura de la velocidad y el tunning que esta grabada a fuego en la nación asiática.
Un modelo que representa todo el know-how oriental en lo que respecta a vehículos de altas prestaciones es el Nissan GT-R, recientemente retocado para la versión 2017 con ligeros cambios estéticos y mejoras mecánicas que le permiten llegar a los 315km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100km/h en sólo 2.9 segundos.
Un modelo que representa todo el know-how oriental en lo que respecta a vehículos de altas prestaciones es el Nissan GT-R, recientemente retocado para la versión 2017 con ligeros cambios estéticos y mejoras mecánicas que le permiten llegar a los 315km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100km/h en sólo 2.9 segundos.
Dado que la coupé del gigante japonés se encuentra en una categoría aparte, el fabricante con base en Yokohama decidió crear un contrincante a la medida de "Godzilla", el simpático apodo que recibe su deportivo con motor V6 biturbo de 565 caballos de fuerza y caja automática seis velocidades de doble embrague. Bautizado "GT-R Drone" el dispositivo volador manejado a control remoto acelera de 0 a 100km/h en sólo 1.3 segundos y alcanza la nada despreciable cifra de 185km/h, un número para destacar dado que el drone comercial más rápido disponible en el mercado DJI Phantom 4 no supera los 70km/h.
Más allá de lo insólito del comparativo, la agilidad del drone permite darle una batalla más que digna, en el británico circuito de Silverstone, al modelo de cuatro ruedas. La pregunta del millón es: ¿si pudieras elegir entre volar sobre el asfalto o literalmente hacerlo desde el aire, qué decisión tomarías?
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