La policía en Kenia intenta
combatir a una milicia tribal que mantiene sitiadas a cerca de 900 personas en
un poblado del norte del país por una disputa territorial. Los milicianos, que
también tomaron como rehenes a tres agentes policiales, pertenecen al grupo
étnico Pokot, según informes. El asalto, que comenzó el pasado miércoles, tiene
lugar en la localidad de Lorokon.
La tribu de los Turkana y los
Pokot, habitantes de distritos fronterizos, se han enfrentado frecuentemente
por tierras y alimentos, cerca de 300 integrantes de la comunidad Pokot se
enfrentaron el miércoles con agentes policiales. La policía envió refuerzos
pero la milicia les ha impedido llegar hasta el lugar donde se encuentran los
900 pobladores sitiados. El gobernador de Turkana, Josphat Nanok, pidió al
ministro de Interior que tomara medidas urgentes para frenar los ataques en
Lorokon y llamó la atención sobre la "crisis humanitaria" en el
poblado asediado, donde casi mil personas, en su mayoría mujeres y niños, no
pueden ir a buscar agua ni comida.
El gobierno local envió agua y
alimentos pero no ha podido llegar hasta el poblado porque los milicianos
cortaron la carretera.
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