El régimen de Kim Jong-un volvió a realizar una provocación que fue condenada por Washington y calificada como “una seria amenaza, un acto escandaloso” por Tokio Un hombre observa la imagen de un misil lanzado por Corea del Norte (AP) Estados Unidos advirtió que está listo para defenderse y a sus aliados tras el ensayo de misil balístico lanzado el miércoles por Corea del Norte hacia el mar de Japón, que Tokio condenó como "una amenaza seria". El misil fue lanzado por el régimen de Kim Jong-un desde las inmediaciones de la ciudad de Unyul a las 07.50 locales (22.50 GMT del martes), indicaron fuentes surcoreanas. El ensayo se produjo dos semanas después del lanzamiento de tres misiles balísticos que, según Corea del Norte, simulaban unos ataques nucleares preventivos contra puertos y aeródromos surcoreanos que albergan materiales militares estadounidenses.
"Estamos preparados para trabajar con nuestros aliados y socios en el mundo para responder a ulteriores provocaciones de Norcorea, así como para defendernos a nosotros y nuestros aliados de cualquier ataque o provocación", dijo la vocera del Departamento de Estado Anna Richey-Allen, y agregó que Washington condena firmemente el ensayo y otras pruebas recientes. AFP) El misil cayó en una zona económica exclusiva en el norte de Japón, informó el Gobierno nipón, que mostró su rechazo a la nueva prueba del país vecino. El lanzamiento es "muy preocupante", dado que supone "una amenaza y una provocación para la seguridad de nuestro país", dijo el ministro de Defensa de Japón, Gen Nakatani. "Es un acto escandaloso que no se puede tolerar", agregó. Aunque las resoluciones de la ONU le prohíben todo programa nuclear o balístico, Corea del Norte avanza, según los expertos, en sus esfuerzos para poner a punto un misil intercontinental (ICBM) capaz de llevar el fuego nuclear hasta el continente americano.
El nuevo lanzamiento norcoreano se interpreta como una demostración de fuerza ante Corea del Sur y Estados Unidos después de que ambos aliados acordaran a principios de julio instalar en territorio surcoreano el escudo antimisiles de fabricación estadounidense conocido como THAAD. Pyongyang amenazó el 11 de julio con una "acción física" contra el sistema, que el Sur considera vital para su seguridad nacional. Washington y Seúl habían anunciado con anterioridad que habían llegado a un acuerdo sobre el despliegue del escudo antimisiles de aquí a fin de año, ante la multiplicación de las amenazas provenientes de Corea del Norte. El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, advirtió la semana pasada a Pyongyang de las "consecuencias reales" para sus programas nuclear y de misiles, amenazados por las sanciones internacionales.
"Estamos preparados para trabajar con nuestros aliados y socios en el mundo para responder a ulteriores provocaciones de Norcorea, así como para defendernos a nosotros y nuestros aliados de cualquier ataque o provocación", dijo la vocera del Departamento de Estado Anna Richey-Allen, y agregó que Washington condena firmemente el ensayo y otras pruebas recientes. AFP) El misil cayó en una zona económica exclusiva en el norte de Japón, informó el Gobierno nipón, que mostró su rechazo a la nueva prueba del país vecino. El lanzamiento es "muy preocupante", dado que supone "una amenaza y una provocación para la seguridad de nuestro país", dijo el ministro de Defensa de Japón, Gen Nakatani. "Es un acto escandaloso que no se puede tolerar", agregó. Aunque las resoluciones de la ONU le prohíben todo programa nuclear o balístico, Corea del Norte avanza, según los expertos, en sus esfuerzos para poner a punto un misil intercontinental (ICBM) capaz de llevar el fuego nuclear hasta el continente americano.
El nuevo lanzamiento norcoreano se interpreta como una demostración de fuerza ante Corea del Sur y Estados Unidos después de que ambos aliados acordaran a principios de julio instalar en territorio surcoreano el escudo antimisiles de fabricación estadounidense conocido como THAAD. Pyongyang amenazó el 11 de julio con una "acción física" contra el sistema, que el Sur considera vital para su seguridad nacional. Washington y Seúl habían anunciado con anterioridad que habían llegado a un acuerdo sobre el despliegue del escudo antimisiles de aquí a fin de año, ante la multiplicación de las amenazas provenientes de Corea del Norte. El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, advirtió la semana pasada a Pyongyang de las "consecuencias reales" para sus programas nuclear y de misiles, amenazados por las sanciones internacionales.
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