REDACCIÓN. Especialistas en el comportamiento humano advierten que tratar de hallar el amor en el lugar de trabajo casi siempre es una mala idea. Pero, para quienes se atreven a experimentar con el “casi”, aquí una lista de recomendaciones de psicólogos y profesionales dichas al New York Post.
No salgas con el jefe: El doctor Seth Meyers, autor del libro “Dr. Seth’s Love Prescription”, advierte que los romances dentro de la oficina, particularmente los que involucran a los jefes pueden terminar de mala manera. “Comenzar una relación donde alguien tiene poder sobre el otro es tonto, no puedes predecir en qué momento ese poder puede usarse dentro de la relación, para favorecer a otros, o dónde comienza y dónde termina.”
Crea reglas de juego: Hacer público el amor de oficina puede tener repercusiones que afecten la reputación profesional de ambos, explica Francesca Hogi, asistente de relaciones con base en Brooklyn.
No le cuentes a tus compañeros: Si le dices a tus compañeros demasiado rápido y la relación no evoluciona como piensas, diste demasiada información demasiado rápido. Lo mejor es esperar, y contar si es necesario.
Instala barreras en el trabajo: Luego de que informes sobre la situación ante tu jefe y compañeros, asegúrate también de separar el ambiente laboral de la relación, indica Hogi.
No uses los recursos de la compañía para coquetear: Correos electrónicos, e-mail, móviles de la empresa, todo eso puede jugar a tu favor para una mala reputación o pueden llegar a oídos y ojos de quienes no debe, indica a Lynn Robinson, autora de “Put Your Intuition to Work.
Sé discreto: “Las relaciones no solo se cuentan en el lugar de trabajo, también en las redes sociales y cada vez hay más redes para cometer el error de la indiscreción”, indica Robinson.
Las actividades laborales, son laborales: Una actividad social entre empleados siempre tendrá ese matiz. Es un error pensar que porque se esté fuera de la empresa, te puedes poner cariñoso o cariñosa con tu pareja, advierte Hogi.
No salgas con el jefe: El doctor Seth Meyers, autor del libro “Dr. Seth’s Love Prescription”, advierte que los romances dentro de la oficina, particularmente los que involucran a los jefes pueden terminar de mala manera. “Comenzar una relación donde alguien tiene poder sobre el otro es tonto, no puedes predecir en qué momento ese poder puede usarse dentro de la relación, para favorecer a otros, o dónde comienza y dónde termina.”
Crea reglas de juego: Hacer público el amor de oficina puede tener repercusiones que afecten la reputación profesional de ambos, explica Francesca Hogi, asistente de relaciones con base en Brooklyn.
No le cuentes a tus compañeros: Si le dices a tus compañeros demasiado rápido y la relación no evoluciona como piensas, diste demasiada información demasiado rápido. Lo mejor es esperar, y contar si es necesario.
Instala barreras en el trabajo: Luego de que informes sobre la situación ante tu jefe y compañeros, asegúrate también de separar el ambiente laboral de la relación, indica Hogi.
No uses los recursos de la compañía para coquetear: Correos electrónicos, e-mail, móviles de la empresa, todo eso puede jugar a tu favor para una mala reputación o pueden llegar a oídos y ojos de quienes no debe, indica a Lynn Robinson, autora de “Put Your Intuition to Work.
Sé discreto: “Las relaciones no solo se cuentan en el lugar de trabajo, también en las redes sociales y cada vez hay más redes para cometer el error de la indiscreción”, indica Robinson.
Las actividades laborales, son laborales: Una actividad social entre empleados siempre tendrá ese matiz. Es un error pensar que porque se esté fuera de la empresa, te puedes poner cariñoso o cariñosa con tu pareja, advierte Hogi.
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