El Instituto para la Economía y la Paz elabora todos los años un ranking compuesto de 23 indicadores para identificar el nivel de conflictividad a escala global Islandia es el país más pacífico del mundo según el Índice de Paz Global Los tonos verdes identifican a los países más pacíficos, los rojizos a los más beligerantes o conflictivos, y el amarillo a los que están en un nivel intermedio. Una mirada rápida del mapa revela que Europa es la región donde más extendida está la paz. Hay que tener en cuenta que, si bien el Índice de Paz Global (IPG) fue difundido este año, los datos corresponden a 2015, cuando el viejo continente aún no se había convertido en uno de los principales blancos del terrorismo internacional. De todos modos, aún incluyendo esa corrección, Medio Oriente y el Nordeste de África seguirían siendo las zonas más conflictivas del mundo.
América latina, que durante gran parte del siglo XX se desangró en violentos enfrentamientos internos, es hoy una región relativamente pacífica. Si bien no hay países "muy pacíficos" (verde oscuro), y hay sólo cuatro "bastante pacíficos" (Costa Rica, Panamá, Chile y Uruguay), no hay ninguno en el nivel máximo de conflictividad. Sólo hay tres que por distintos motivos están clasificados como "poco pacíficos" (México, Colombia y Venezuela).
No sorprende a nadie cuál es el país menos apacible a nivel mundial. Con un índice de 3,8 (va de 1 a 5) es Siria, que está en una cruenta guerra civil desde hace cinco años, que dejó cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Los nueve que le siguen son Sudán del Sur (3,59), Irak (3,57), Afganistán (3,53), Somalia (3,41), Yemen (3,39), República Centroafricana (3,35), Ucrania (3,28), Sudán (3,26) y Libia (3,2). Todos están en un estado más o menos declarado de guerra interna. En el polo opuesto, los diez más pacíficos son Islandia (1,19), Dinamarca (1,24), Austria (1,27), Nueva Zelandia (1,28), Portugal (1,35), República Checa (1,36), Suiza (1,37), Canadá (1,38), Japón (1,39) y Eslovenia (1,40). Tampoco llama la atención. Son naciones que hace muchas décadas están al margen de enfrentamientos y de crisis, que tienen una estabilidad política muy consolidada, y que además son prósperos económica y socialmente.
Cómo medir la paz
Lo más interesante del IPG es la cantidad y variedad de indicadores que tiene en cuenta para elaborar el ranking. Es evidente que vivir en paz no pasa solamente por no estar en guerra, sino que hay muchísimos factores que influyen en que la vida sea más o menos apacible en un determinado país.
El índice es un promedio de 23 ítems, todos calculados en una escala que va de 1 (más pacífico) a 5 (menos pacífico). Se pueden dividir en cuatro grupos. Los primeros buscan capturar la intensidad de los enfrentamientos armados abiertos y sus consecuencias: número de conflictos luchados (externos), relaciones con los países vecinos, muertes por conflictos organizados (internos), intensidad de conflicto (interno), impacto terrorista y personas desplazadas. Conflictos luchados (externos) mide el número, la duración y el rol del país en enfrentamientos transcurridos en el exterior. Los cinco primeros en este rubro son Uganda (5), Estados Unidos (3,94), Francia (3,08), Níger (2,94) y Chad (2,95). En muertes por conflictos organizados (internos), los que están en peores condiciones —todo con 5— son Afganistán, Irak, México, Nigeria y Sudán del Sur. En impacto terrorista, que estima el número de muertes y lesiones provocados por atentados en los últimos cinco años, los que encabezan son Irak (5), Nigeria (4,83), Afganistán (4,7), Pakistán (4,53) y Siria (4,35).
El segundo conjunto de indicadores mide el costo y el tamaño de las Fuerzas Armadas: gasto militar, personal de las Fuerzas Armadas, armas nucleares y pesadas, exportaciones e importaciones de armas convencionales. Los que lideran en el primer rubro son Afganistán, Irak, Omán, Corea del Norte y Arabia Saudita, todos con 5. En armas nucleares y pesadas están al frente China, Francia, Reino Unido, India e Israel, también con 5.
Un tercer grupo de fenómenos se aparta un poco del universo bélico y estima los niveles de pacificación a partir de la situación del sistema político. Son tres: inestabilidad política, manifestaciones violentas y terror político. En el primero aparecen en los puestos más altos Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Guinea-Bissau y Palestina. En el segundo, Bangladesh, República Democrática del Congo, Nepal, Palestina y Somalia. En el cuarto y último universo de indicadores lo que se toma en cuenta es la seguridad interna. Son la criminalidad percibida en la sociedad, homicidios, crímenes violentos, acceso a las armas pequeñas y a las armas ligeras, oficiales de seguridad y policía y población encarcelada.
América latina, que durante gran parte del siglo XX se desangró en violentos enfrentamientos internos, es hoy una región relativamente pacífica. Si bien no hay países "muy pacíficos" (verde oscuro), y hay sólo cuatro "bastante pacíficos" (Costa Rica, Panamá, Chile y Uruguay), no hay ninguno en el nivel máximo de conflictividad. Sólo hay tres que por distintos motivos están clasificados como "poco pacíficos" (México, Colombia y Venezuela).
No sorprende a nadie cuál es el país menos apacible a nivel mundial. Con un índice de 3,8 (va de 1 a 5) es Siria, que está en una cruenta guerra civil desde hace cinco años, que dejó cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Los nueve que le siguen son Sudán del Sur (3,59), Irak (3,57), Afganistán (3,53), Somalia (3,41), Yemen (3,39), República Centroafricana (3,35), Ucrania (3,28), Sudán (3,26) y Libia (3,2). Todos están en un estado más o menos declarado de guerra interna. En el polo opuesto, los diez más pacíficos son Islandia (1,19), Dinamarca (1,24), Austria (1,27), Nueva Zelandia (1,28), Portugal (1,35), República Checa (1,36), Suiza (1,37), Canadá (1,38), Japón (1,39) y Eslovenia (1,40). Tampoco llama la atención. Son naciones que hace muchas décadas están al margen de enfrentamientos y de crisis, que tienen una estabilidad política muy consolidada, y que además son prósperos económica y socialmente.
Cómo medir la paz
Lo más interesante del IPG es la cantidad y variedad de indicadores que tiene en cuenta para elaborar el ranking. Es evidente que vivir en paz no pasa solamente por no estar en guerra, sino que hay muchísimos factores que influyen en que la vida sea más o menos apacible en un determinado país.
El índice es un promedio de 23 ítems, todos calculados en una escala que va de 1 (más pacífico) a 5 (menos pacífico). Se pueden dividir en cuatro grupos. Los primeros buscan capturar la intensidad de los enfrentamientos armados abiertos y sus consecuencias: número de conflictos luchados (externos), relaciones con los países vecinos, muertes por conflictos organizados (internos), intensidad de conflicto (interno), impacto terrorista y personas desplazadas. Conflictos luchados (externos) mide el número, la duración y el rol del país en enfrentamientos transcurridos en el exterior. Los cinco primeros en este rubro son Uganda (5), Estados Unidos (3,94), Francia (3,08), Níger (2,94) y Chad (2,95). En muertes por conflictos organizados (internos), los que están en peores condiciones —todo con 5— son Afganistán, Irak, México, Nigeria y Sudán del Sur. En impacto terrorista, que estima el número de muertes y lesiones provocados por atentados en los últimos cinco años, los que encabezan son Irak (5), Nigeria (4,83), Afganistán (4,7), Pakistán (4,53) y Siria (4,35).
El segundo conjunto de indicadores mide el costo y el tamaño de las Fuerzas Armadas: gasto militar, personal de las Fuerzas Armadas, armas nucleares y pesadas, exportaciones e importaciones de armas convencionales. Los que lideran en el primer rubro son Afganistán, Irak, Omán, Corea del Norte y Arabia Saudita, todos con 5. En armas nucleares y pesadas están al frente China, Francia, Reino Unido, India e Israel, también con 5.
Un tercer grupo de fenómenos se aparta un poco del universo bélico y estima los niveles de pacificación a partir de la situación del sistema político. Son tres: inestabilidad política, manifestaciones violentas y terror político. En el primero aparecen en los puestos más altos Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Guinea-Bissau y Palestina. En el segundo, Bangladesh, República Democrática del Congo, Nepal, Palestina y Somalia. En el cuarto y último universo de indicadores lo que se toma en cuenta es la seguridad interna. Son la criminalidad percibida en la sociedad, homicidios, crímenes violentos, acceso a las armas pequeñas y a las armas ligeras, oficiales de seguridad y policía y población encarcelada.
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