Un poderoso movimiento telúrico sacudió la noche de este miércoles la
zona centro-norte Chile con un saldo de al menos cinco muertos. Como en el caso del fuerte terremoto que remeció el país en abril de
2014, la destrucción que produjo en la infraestructura fue bastante
menor en relación a su magnitud.
Las imágenes del palacio presidencial de Haití desplomado después del terremoto de 2010 o, más atrás, de Ciudad de México hecha ruinas en 1985 llevan a preguntarse cómo es posible que en Chile eso no ocurra cuando vive sismos más fuertes. O al menos no en esas proporciones.
En Alto Hospicio, una de las localidades más afectadas por el sismo del martes, el municipio estima que unas 2.000 viviendas presentan daños estructurales de distinta gravedad. Al menos un 60% son viviendas sociales, cita el diario chileno La Tercera.
"La norma asegura que en Chile las estructuras mantengan una resistencia tal que permitan salvar vidas humanas, pero no obliga a que no sufran daños", dijo el arquitecto Jaime Díaz, profesor de la Universidad de Chile.
Las normas de construcción son fundamentales. Exigen uso de materiales y estudios que encarecen mucho la construcción, y aun así, como se demuestra sismo tras sismo, parecen respetarse.
Las imágenes del palacio presidencial de Haití desplomado después del terremoto de 2010 o, más atrás, de Ciudad de México hecha ruinas en 1985 llevan a preguntarse cómo es posible que en Chile eso no ocurra cuando vive sismos más fuertes. O al menos no en esas proporciones.
La respuesta de los
expertos consultados es clara: hormigón armado,
disipadores de energía y estudios de suelo exigidos por una normativa
muy estricta, que con muy pocas excepciones suele cumplirse.
En el "país más sísmico del mundo" rara vez se desploma un edificio.
En el terremoto del martes murieron seis personas, solo una por aplastamiento.
Y
en el fuerte sismo de 2010, en el que perdieron la vida más de 500
personas, la mayoría de las muertes fueron causadas por el tsunami que
le siguió.En Alto Hospicio, una de las localidades más afectadas por el sismo del martes, el municipio estima que unas 2.000 viviendas presentan daños estructurales de distinta gravedad. Al menos un 60% son viviendas sociales, cita el diario chileno La Tercera.
"La norma asegura que en Chile las estructuras mantengan una resistencia tal que permitan salvar vidas humanas, pero no obliga a que no sufran daños", dijo el arquitecto Jaime Díaz, profesor de la Universidad de Chile.
Las normas de construcción son fundamentales. Exigen uso de materiales y estudios que encarecen mucho la construcción, y aun así, como se demuestra sismo tras sismo, parecen respetarse.
Es
impensable construir, por lo menos en zonas urbanas, sin atender al
cuerpo normativo legal, dice a el presidente del Colegio
de Arquitectos de Chile, Sebastián Gray.
Chile ha sufrido terremotos tan devastadores que también eso, de
alguna manera, impacta en la conciencia colectiva en el sentido de que
más vale cumplir ciertas normas", agrega.Los expertos coinciden en que una clave está en la estructura de hormigón armado y acero, suficientemente flexible y resistente
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