Perfecto para los lectores más empedernidos, no tanto para los que prefieren las lecturas escogidas y mucho menos para los autores, cuyo valor queda igualado. El nuevo modelo de suscripción de lectura de Amazon, de momento solo accesible desde Estados Unidos, ofrece acceso a 600.000 libros por 9,99 dólares al mes. Funciona tanto en sus aparatos como en las aplicaciones para iPhone, iPad y Android. En las condiciones de uso se indica que se pueden descargar hasta 10 libros simultáneamente.
Unlimited, ilimitado en español, como se denomina el servicio, incluye títulos muy populares como las sagas de Los Juegos del Hambre, Harry Potter y El Señor de los Anillos, pero no promocionan grandes autores ni lanzamientos de las editoriales más reconocidas. Tras navegar por los archivos que ofrecen se observa que carecen de las últimas novedades, casi todo es fondo de catálogo, y libros que autopublican los autores. Los líderes ya no serán los más vendidos, sino los más leídos. Suena bien en teoría pero no se han desvelado las condiciones de remuneración para los editores y creadores. Hasta ahora el trato era similar al de Apple, un 30% para el vendedor y 70% para el autor o editor.
Si la cantidad de suscriptores crece y es considerable, será un arma para presionar a la industria e invitarlos a publicar en este formato. Las editoriales perderían ya por completo la gestión del precio, tan solo podrían controlarlo en la venta unitaria.
El primer mes, de prueba, es gratis. Dentro del más de medio millón de archivos que ofrecen se encuentran 2.000 audiolibros, un género muy popular en Estados Unidos, no solo entre los que dificultades de visión, dado que se usan en el coche, el lugar donde más tiempo se pasa en este país después de la casa y el trabajo.
Russ Grandinetti, vicepresidente de Kindle, insiste en que la combinación entre ambos formatos es una de sus grandes fortalezas. Se puede comenzar la lectura de un libro de texto y continuar escuchando desde donde se dejó y viceversa.
Amazon quiere que se vuelva una y otra vez a su universo de ventas. Con esta oferta se asegura un ingreso fijo mensual y una base de usuarios fieles a los que agasajar y ofrecer contenidos algo más exclusivos. Así es como funciona Prime, su tarifa plana anual de envíos a domicilio en la que incluyen acceso a sus películas. Se consigue incentivar un mayor número de ventas al crear al usuario la sensación de tener que amortizarlo o no percibir el envío como un gasto adicional. El margen es menor, pero ganan si es volumen de compras crece.
A diferencia de la música, cuya mecánica al estilo Spotify es la que han tomado como referencia, en los libros no se consume cada unidad en menos de cinco minutos. Si se echan cuentas, es necesario leer de media al menos dos libros mensuales, incluso cuatro si son autopublicados, para que al lector le compense.
En España tanto Nubico, de Telefónica, como 24Symbols, ofrecen lectura por suscripción. En EEUU, Oyster cobra 10 dólares por un catálogo de medio millón de libros. Scribd se queda en nueve dólares por 400.000 ejemplares.
Unlimited, ilimitado en español, como se denomina el servicio, incluye títulos muy populares como las sagas de Los Juegos del Hambre, Harry Potter y El Señor de los Anillos, pero no promocionan grandes autores ni lanzamientos de las editoriales más reconocidas. Tras navegar por los archivos que ofrecen se observa que carecen de las últimas novedades, casi todo es fondo de catálogo, y libros que autopublican los autores. Los líderes ya no serán los más vendidos, sino los más leídos. Suena bien en teoría pero no se han desvelado las condiciones de remuneración para los editores y creadores. Hasta ahora el trato era similar al de Apple, un 30% para el vendedor y 70% para el autor o editor.
Si la cantidad de suscriptores crece y es considerable, será un arma para presionar a la industria e invitarlos a publicar en este formato. Las editoriales perderían ya por completo la gestión del precio, tan solo podrían controlarlo en la venta unitaria.
El primer mes, de prueba, es gratis. Dentro del más de medio millón de archivos que ofrecen se encuentran 2.000 audiolibros, un género muy popular en Estados Unidos, no solo entre los que dificultades de visión, dado que se usan en el coche, el lugar donde más tiempo se pasa en este país después de la casa y el trabajo.
Russ Grandinetti, vicepresidente de Kindle, insiste en que la combinación entre ambos formatos es una de sus grandes fortalezas. Se puede comenzar la lectura de un libro de texto y continuar escuchando desde donde se dejó y viceversa.
Amazon quiere que se vuelva una y otra vez a su universo de ventas. Con esta oferta se asegura un ingreso fijo mensual y una base de usuarios fieles a los que agasajar y ofrecer contenidos algo más exclusivos. Así es como funciona Prime, su tarifa plana anual de envíos a domicilio en la que incluyen acceso a sus películas. Se consigue incentivar un mayor número de ventas al crear al usuario la sensación de tener que amortizarlo o no percibir el envío como un gasto adicional. El margen es menor, pero ganan si es volumen de compras crece.
A diferencia de la música, cuya mecánica al estilo Spotify es la que han tomado como referencia, en los libros no se consume cada unidad en menos de cinco minutos. Si se echan cuentas, es necesario leer de media al menos dos libros mensuales, incluso cuatro si son autopublicados, para que al lector le compense.
En España tanto Nubico, de Telefónica, como 24Symbols, ofrecen lectura por suscripción. En EEUU, Oyster cobra 10 dólares por un catálogo de medio millón de libros. Scribd se queda en nueve dólares por 400.000 ejemplares.
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